De demonios femeninos está plagada cada mitología que el ser
humano ha creado. Desde la lejana edad de Bronce podemos aun escuchar,
sobrecogidos, los mitos de Lillith, la primera esposa de Adán, que fue maldita
por Dios por negarse a tener hijos. Desde entonces su alma en pena recorre las
soledades y sólo regresa al mundo de los humanos para tratar de matar a los
bebés de las descendientas de Eva, su reemplazo en la cama de su ex marido.
Es interesante el mito de Lillith ya que parece ser la
primera vampireza de la que se tiene registro en la mitología.
Sin embargo a diferencia de los vampiros normales, Lillith
no necesitaba matar bebés para vivir, ella lo hacía por venganza. Mientras
tanto sus hijos vampiros sí se alimentan de la muerte de sus víctimas y las
necesitan para sobrevivir.
Otros mitos señalan que el vientre de Lillith no es
realmente estéril. Que la maldición de Dios era que la bella Lillith fuera
embarazada cada noche por centenares de demonios obligándola a parir toda
suerte de engendros y bestias nauseabundas, la mayoría de las cuales perdían la
vida a la salida del sol.
Si es Lillith el primer demonio femenino del que se tenga
noticia, podemos decir que no era el único ni mucho menos.
En Grecia cobraron gran importancia los mitos de las
sirenas, horrendas criaturas que nos describe Homero en la Odisea y que no se
parecen en nada a las imágenes que nos ha metido la factoría de Disney. Si ello
fuera poco, los griegos también se sacaron de la manga bestias como las Arpías,
brujas temibles como Circe, diosas vengativas y despiadadas como Hera y la más
interesante y aterradora de todas: la singular Medusa.
En la Edad Media los demonios femeninos de volvieron
omnipresentes portando el arma más peligrosa para la moralidad medieval: El
Sexo.
Se cuentan por centenares de miles las leyendas en las que
los demonios se vestían de hermosas mujeres cuyas voluptuosas curvas
hipnotizaban la voluntad de los incautos. Eran estos demonios la principal
tentación contra santos hombres, profetas y ermitaños, que se retiraban a las
soledades a charlar con Dios.
Como si este ejército de ninfómanas sobrenaturales no
hubiese sido suficiente, se llenó el folklore de todo tipo de ninfas, hadas,
brujas, engendros y vampirezas que acechaban a los siempre inocentes y santos
hombres medievales.
Desde un punto de vista freudiano esta obsesión de aquellos
reprimidos caballeros con espíritus sedientos de sexo desenfrenado no era
extraña, pero los demonios femeninos siguieron su camino en el tiempo dejando
atrás aquella época tan feliz para ellos.
En Latinoamérica las leyendas de espantos y fantasmas del
mal llamado sexo débil abundan por montones. El más representativo es el
espíritu de La Llorona cuyo lugar de nacimiento se disputa cada país, región y
pueblo latinoamericano. Tristemente no ha habido hasta ahora un tratado
completo que se ocupe exclusivamente de la Llorona y de las características que
adquiere en cada nación.
No sé si podría clasificarse a la Llorona como demonio
realmente. Ella no está motivada por la maldad y no existe vestigio de premeditación
en sus actos. La leyenda cuenta que fue una madre devota que perdió a sus hijos
de forma traumática y que ahora recorre las soledades y las calles desiertas
llorando por sus hijos y clamando por su regreso. Si alguien escucha sus lloros
en mitad de la noche se verá sobrecogido de temor y si algún incauto decide
salir de su casa para verla pasar podría morir por el terror y el impacto
emocional, pero ello no es culpa de la Llorona y no podemos decir que ella
deseara que esas cosas sucedieran.
Espíritus mucho más crueles y verdaderamente malignos se
distribuyen por todos los países de esta bella y sufrida región. La Mokuana en
Nicaragua, la “Niña muerta” de Honduras, la Sayona en Bolivia y Venezuela, la
Madre-Selva en las regiones amazónicas, la Come-muertos en la región
centroamericana y la Cegua, nuevamente en tierras nicaragüenses.
Para mí es la Cegua la hija dilecta de Lillith, la heredera
verdadera de los demonios sexuales del medievo y el demonio cuyos actos
premeditadamente malignos podría llevarse la palma del mito más aterrador si
tan sólo tuviera un poco más de marketing.
La leyenda habla poco de los orígenes de la Cegua.
En realidad no parece haber tenido origen. Quizás no era más
que un demonio escapado de los infiernos en región centroamericana. La criatura
de la oscuridad tiene gran arte para disfrazarse de mujer de curvas voluptuosas
y rostro perfecto y aparecía en los caminos solitarios pidiendo aventón a los
hombres que viajaban de noche. Por supuesto, eran pocos los hombres que iban a
ser descorteces y no permitir que aquella dama se subiera a sus caballos o a
sus carromatos. ¡Grave error! La mujer no tardaba en convertirse en una bestia
de extremidades raquíticas y rostro de caballo con ojos inyectados de sangre.
Según la leyenda algunos se perdían y jamás eran encontrados, pero la mayoría
era encontrado en algún lugar desierto, con graves heridas, e incapaz de
razonar. ¡Estaban locos!
Así nació en Nicaragua la expresión: “ese tipo está jugado
de Cegua”, para referirse a los idiotas y a los locos.
Con el paso del tiempo nuestra Cegua se ha modernizado y
ahora espera a sus víctimas en las bien iluminadas carreteras, subiendo a
motocicletas, camiones de carga y hasta elegantes automóviles del año, siempre
con iguales resultados.
Las víctimas, por supuesto, podrían salvarse si le prestaran
atención al silbido largo y triste que surca el viento antes de que aparezca la
dichosa mujer.
Todo esto no sería para mí más que una curiosidad
intelectual si no fuera por los relatos de mi abuelo, que hoy descansa en paz.
Decía, el viejo, que trabajaba guiando aquel carromato
cargado de mercancía en plena madrugada entre las ciudades de León y
Chinandega.
Los antiguos caminos, por aquel entonces, eran largos y
solitarios, y lo único que podía escucharse eran las cigarras locas en los
árboles y el viento jugando con las ramas. El viejo, que en ese entonces no era
tan viejo, quizás de quince años, reconoció en la distancia el silbido agudo de
la Cegua. Por si eso no fuera suficiente para ponerlo nervioso miró a los
caballos totalmente inquietos, lanzando bufidos de ansiedad. Aquello era más
que bastante para él. Sin pensarlo dejó ir un latigazo a las ancas de las
bestias que empezaron a arrastrar el carromato a gran velocidad.
Mi viejo dijo que mientras recorría el camino como un bólido
podía escuchar el silbido cada vez más cerca, como si en lugar de alejarse se
estuviera acercando al demonio. De pronto miró aquel puente de madera que había
cruzado mil veces y se decidió a cruzarlo de nuevo lo antes posible. Los cascos
de los caballos cantaron una fanfarria alocada en las tablas de madera mientras
mi abuelo veía, debajo del puente, la figura horripilante e infernal de una
mujer de cabellos negros cuyo rostro se ocultaba en las sombras pero cuyos ojos
destellaban de un rojo demoníaco.
Era la Cegua.
La criatura lanzó otro silbido largo y tétrico, y para
cuando mi abuelo cruzó el puente sólo pudo escuchar el ruido de unas carcajadas
siniestras que se apagaban en el viento.
Ahora te preguntarás: ¿Por qué Roberto Berríos ha traído
este artículo-cuento ante nosotros?
Bueno, verás… Anoche, antes de irme a la cama, escuché un
silbido largo y triste...
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muy buen post y me parecen fascinanteslas demonessas saludos
ResponderEliminarINTERESANTE HISTORIA:... ...Pero... ...Ya que estamos en la ACTUALIDAD... ...¿No les parece que YA ES HORA de inventar o descubrir un MÉTODO PARA DERROTAR DEFINITIVAMENTE A LA CEGUA o MUJER YEGUA; como yo le denomino?!!... ...fantasma o demonio NO PUEDE SER; porque NO FUÉ NADIE EN VIDA y porque cualquier demonio; es lo suficientemente inteligente y con asuntos mas impirtantes; que este EGREGOR SEMIEQUINO que o bien es fruto de la MAGIA NEGRA o fruto de leyendas e imaginación COLECTIVAS. Aunque a pesar de todo; RECONOZCO A LA CEGUA como mi ESPECTRO PREDILECTO... ...Porque SUPERA EN CALIDAD al descabezado; la llorona; a los esqueletos e incluso a la propia parca. Lo que lo convierte en un ESPERPENTO INTERESANTE Y ÚNICO EN SU TIPOLOGÍA... ...Solo EL ALMA MULA de Argentina; PUEDE APROXIMARSELE EN SEMEJANZA; pero NO ES IGUAL DEL TODO. Por lo tanto... ...LA SEÑORA CEGUA; SE LLEVA LA CORONA DEL PODIO!!... ...¡¡¡FELICITACIONES CEGUA!!!... ...Por MUCHOS AÑOS MAS DE LEYENDAS FANTÁSTICAS; EN LOS CAMINOS OSCUROS.
ResponderEliminarAl margen que hay MUJERES que son unas YEGUAS... ...Aunque esto es mas un PIROPO que un INSULTO.
ResponderEliminarPero la Cegua solo castiga a los mujeriegos y trasnochadores, además es ni buena ni mala. Claro que tiene origen, el cual se remonta desde los tiempos prehispanicos de historias de diosas de la fertilidad y sexualidad, como la diosa maya Xtabay o la diosa azteca Cihuacoatl. En fin, fue interesante. Salu2
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