LA CONTENCIÓN MECÁNICA Y AISLAMIENTO DE PACIENTES CON ALTERACIONES DE CONDUCTA EN EL SENO FAMILIAR EN NICARAGUA
La contención mecánica y el
aislamiento de pacientes con alteraciones de la conducta no es cosa extraña en
Nicaragua.
Por contención física o
mecánica se entiende la utilización de mecanismos para restringir el movimiento
de una parte del cuerpo o de su totalidad con el fin de evitar incidentes que
pongan en situación de peligro al mismo paciente o a otras personas.
Puede parecer cosa de
películas viejas o de pésimas telenovelas, pero lo cierto es que no es extraño,
hoy en día, atar con correas a un paciente que se torna extremadamente
violento. De hecho, la famosa “camisa de fuerza” está muy lejos de ser un
simple mito.
Pongamos el caso de Mario, usuario de la Asociación Cuenta Conmigo (Nota: Los nombres han sido cambiados). Mario era un joven un poco tímido en su niñez, no obstante al llegar a la adolescencia su comportamiento se torna errático y empieza a presentar alucinaciones. Se vuelve tan agresivo que la familia se asusta y le atan de las manos con sogas para que no pueda moverse. Permaneciendo en ese estado durante días, quizás meses.
En Nicaragua, la contención
mecánica es más usada por los propios familiares del paciente que por los profesionales
de la salud. Para el profesional de la salud, cuya intervención se basa en el
respecto a la persona, a su salud y seguridad, intervienen aspectos legales y
éticos que debe considerar. No obstante, la familia no tiene tales directrices.
AISLAMIENTO
AISLAMIENTO
El Aislamiento, por otra parte, se define como “el confinamiento supervisado de un paciente en una
habitación, que puede tener puerta asegurada. Su único objetivo es contener una
alteración severa de la conducta que probablemente cause daño a otros”.
Tenemos el caso de Julián, por ejemplo, un hombre de edad mediana que ha permanecido en un cuarto con aspecto de jaula por los últimos doce años con escasa oportunidad de abandonarlo. Cosa terrible, ya que hasta los convictos en prisiones de alta seguridad tienen la oportunidad de dejar su celda y salir a hacer ejercicio. Julián, sin embargo, no puede hacerlo. Su familia dice que el medicamento no lo estabiliza y tienen temor que salga a las calles y nunca volver a verlo.
Tenemos el caso de Julián, por ejemplo, un hombre de edad mediana que ha permanecido en un cuarto con aspecto de jaula por los últimos doce años con escasa oportunidad de abandonarlo. Cosa terrible, ya que hasta los convictos en prisiones de alta seguridad tienen la oportunidad de dejar su celda y salir a hacer ejercicio. Julián, sin embargo, no puede hacerlo. Su familia dice que el medicamento no lo estabiliza y tienen temor que salga a las calles y nunca volver a verlo.
CONTENCIÓN MECÁNICA Y
AISLAMIENTO… EN FAMILIA?
Por lo general, los que
trabajamos en la salud mental, consideramos las técnicas de contención como la
contención mecánica y el aislamiento, como algo que se hace en instituciones
especializadas por profesionales con gran formación académica y ética, con
pleno respeto a los derechos humanos del paciente.
Que algo como esto se esté
dando en los hogares nos parece increíble, cuando no algo francamente preocupante… Pero, ¿por qué
se da esto?
Este fenómeno se explica por
la falta de instituciones que den respuesta a los pacientes psiquiátricos con
alteraciones de conducta en Nicaragua. Habiendo sólo un presupuesto del 1% de
los fondos del ministerio de salud (MINSA) para todo lo que se refiere a la
salud mental y un solo Hospital Psico-social a nivel nacional que no acepta a
todos los pacientes, vemos la situación desesperada de familias que no saben a
quién recurrir ni qué hacer.
Sin medicamentos oportunos, ni instituciones comprometidas, ni información válida y científica, es fácil entender porque los familiares recurren a recluir o contener al paciente (o usuario, como decimos en Asociación Cuenta Conmigo)
ABUSO DE PODER
Diversos estudios han
demostrado que la contención mecánica y el aislamiento ha sido experimentada
por los pacientes como una forma de demostrar poder y ejercer control sobre el
paciente.
Esto se desprende del
estudio de Meehan y Fjeldsoe quienes estudiaron las percepciones de los
pacientes al vivir la contención y reclusión.
No obstante este y otros
estudios sólo evalúan las percepciones de pacientes en instituciones de salud
mental en Europa y USA, poco o nada se ha hecho para estudiar a los pacientes
que son contenidos en los hogares latinoamericanos, ya que, dicho sea de paso,
no es un fenómeno exclusivo de Nicaragua.
La experiencia en Asociación
Cuenta Conmigo nos indica que los usuarios desarrollan rencor y desconfianza
hacia aquellos familiares que los ataron o los aislaron, creando una brecha
emocional y relacional que requiere mucho trabajo psicoterapeutico para cerrar.
ESPERANZA PARA LOS PACIENTES
CONTENIDOS EN SUS HOGARES
El trabajo de Asociación
Cuenta Conmigo ha venido a ser de ayuda para los familiares de los pacientes
con trastornos psicóticos, brindando psico-educación y recalcando la
importancia del respeto de los derechos humanos de los pacientes o usuarios.
El caso de Mario se resolvió
satisfactoriamente al estabilizarse mediante la ingesta de medicamentos bien
controlada. Se le ha desatado y nunca más requirió ser contenido.
El caso de Julián es
distinto. No obstante hemos logrado que los familiares sean conscientes de la
necesidad que tiene Julián de salir de su cuarto, comer en familia, salir a
pasear (aunque sea acompañado de un familiar) y ser visto y tratado como un ser
humano con derechos irrevocables.
El fenómeno se sigue y se
seguirá presentando, por supuesto, pero en Cuenta Conmigo seguimos
comprometidos por la defensa de los derechos de las personas con discapacidad.
REFERENCIAS
Nyberg-Coles M. Promoting safer and therapeutic services. Mental Health
Practice, 2005.
Meehan T, Bergen H, Fjeldsoe K. Staff perceptions of seclusion: has
anything changed? J Adv Nurs, 2004.
Montse Arboix. Contención de
Pacientes. 2006
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