LA NOVELA PERDIDA DE RUBÉN DARÍO: ¿QUÉ RAYOS PASÓ CON "LA CARNE"?

 

Rubén Darío es, sin duda, uno de los poetas más grandes del idioma español. 

Para algunos, quizás, su nombre ya no resuene tanto como el de Borges, Neruda, García Márquez o Allende, pero este nicaragüense de cuerpo recio y ojos melancólicos abrió las puertas para todos los artistas arriba citados. Como iniciador del movimiento literario llamado Modernismo, Rubén Darío dotó a la literatura en español de una renovación necesaria y maravillosa.

A lo largo de su corta vida, Darío cultivó la crónica periodística, la crítica literaria, el ensayo, el cuento y la poesía, siendo lo último en lo que más destacó... ¡Sin embargo, siempre tuvo la tentación de la novela!

LAS TRES NOVELAS DE RUBÉN DARÍO

Tenemos noticia de que Rubén Darío intentó escribir novelas al menos en tres ocasiones. Estas tres novelas son:

1-. EMELINA: Escrita en Chile, en colaboración con Eduardo Poirer, fue una obra improvisada escrita en diez días para un concurso. Evidentemente fue una obra terrible y no ganó el concurso. Con un argumento de telenovela mexicana, Emelina recibió una certera crítica de su propio autor: "Pudo ser peor".

2-. EL HOMBRE DE ORO: De esta, Darío apenas escribió tres capítulos que fueron publicados en Argentina en 1897. La novela estaba ambientada en Roma, en el siglo primero y su principal protagonista era un rico judío al que llamaban "El Hombre de Oro", quien es identificado como Judas Iscariote. La novela iba a ser una historia de los primeros cristianos, pero Edelberto Torrez explica que ya circulaba otra novela con una temática similar, la famosa Quo Vadis de Enrique Sienkewicz, cosa que hizo que Darío desistiera de su novela.

3-. ORO DE MALLORCA: Darío apenas escribió unas cuarenta páginas de esta "novela" y la publicaba por entregas al periódico La Nación en el año 1913. Los capítulos son básicamente escenas de personajes hablando de varios temas (la belleza de Mallorca, la vida del escritor Santiago Rusiñol, las flores y los jardínes, entre otros temas) y no parece tener un argumento bien definido por parte del nicaragüense.

¿Y QUÉ PASÓ CON "LA CARNE"?

Ahora vamos al misterio que nos ocupa: ¿Qué pasó con "La Carne"? 

"La Carne" es una novela perdida de Rubén Darío, un misterio literario que ha rondado la vida del poeta.

Cuando apareció el libro Azul..., el famoso libro con el que se inicia el Modernismo latinoamericano, en el forro de la primera edición esta obra aparecía que Darío estaba escribiendo una novela titulada "La Carne".

Algunos creen que esta novela era la ya mencionada Emelina, pero esto no es correcto. Cuando se publicó Azul..., la novela Emelina ya había sido terminada. 

Así que Darío estaba escribiendo La Carne pero no tenemos idea de nada con respecto a ella. No se tiene ni una copia, ni un párrafo, ni siquiera una noticia de alguien que haya leído una página de esta.

Claro, Rubén ya debía de tener algún avance como para atreverse a anunciarla en el forro de otro libro, pero nunca se concretó nada.

Quizás la culpa la tuvo el escritor Juan Valera que le mandó al poeta una carta (misma carta que luego se usó para prólogo de Azul...) en el que dice que el título "nos da en las narices del alma... con un tufillo a pornografía".

Darío -tan sensible a la crítica- quizás haya desistido de continuar con su novela luego de la crítica de Valera.

Pero, entonces, ¿existió ese libro o sólo fue un invento de Darío en el forro de Azul...?

Si alguien lo supo, debió ser su amigo Francisco Gavidia, quien escribió: "...Rubén Darío... el escritor de las revistas, del naturalismo, de las novelas con título como este: La Carne..."

Quizás Gavidia leyó el libro o parte de él para atraverse a decir que Darío tenía esa novela, o quizás sólo se dejó llevar por el forro de Azul... Sea como sea, de la novela "La Carne" no tenemos nada más que el título y la comezón de leer lo que probablemente pudo ser una novela bella y con toques de sexualidad explícita, una novela revolucionaria que pudo cambiar la literatura en América Latina. 

¡Lamentablemente, es una comezón que no podremos rascar!

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