17 CLICHÉS QUE TODO ESCRITOR DEBE EVITAR COMO AL ÉBOLA

Odio los clichés. Todo escritor debería odiarlos y todo buen lector lo hace. 

Sin embargo, ¿acaso habrá alguien que no sepa lo que es un cliché? Bueno mi estimado amigo déjame decirte que la palabra cliché se refiere, según el dios Wikipedia, “a una frase, expresión, acción o idea que ha sido usada en exceso, hasta el punto en que pierde la fuerza o novedad pretendida, especialmente si en un principio fue considerada notoriamente poderosa o innovadora”.

Hay muchos clichés, de hecho hay más de los que podría enumerar a vuelapluma, no obstante me gustaría compartir algunos que considero particularmente odiosos.

1-. Relato meteorológico.

No sé si soy yo el único lector que está harto de abrir novelas que comienzan con el autor explicándonos como está el clima. Lo típico es que la obra arranque con una buena tormenta de película de horror con vientos huracanados, unos cuantos rayos y lluvia por montón.  Otros se van a los suaves copos de nieve cayendo, a las ligeras gotas de una llovizna sobre la ventana o sobre el rostro, o el calor del sol de un verano ardiente.

No importa cuál sea la condición climática: empezar un relato hablando del clima se ha vuelto tan repetitivo que ya cansa.

2-. La luz del amanecer que se filtra en el cuarto.

¡¡¡Horrible!!! Casi siempre es usado para comenzar un relato o una novela de corte erótico. El personaje contempla la luz dorada de la mañana colándose en la habitación para luego llevar los ojos a la otra persona con la que tuvo una noche de folladas colosales. Se ha hecho tantas veces que ya no tiene chiste.

3-. El despertador sonó.

Cliché hijo del anterior, el despertador sonando que saca al personaje de sus dulces sueños y lo hace tener que levantarse a regañadientes es ya tan predecible que da asco.

4-. Se levantó aquella mañana…

Otro pariente de los clichés anteriores. En éste el personaje no es arrancado de sus sueños por el insufrible despertador pero despierta en su cama y de ahí nos va guiando por su día. No es tan odioso como otros clichés, de hecho García Márquez lo usó en “crónica de una muerte anunciada” y S. Collins lo hizo también en sus “juegos del hambre”. No obstante, el cliché ya no pasa desapercibido.

5-. Niña buena se enamora de niño malo (o viceversa)

Venido de la literatura juvenil americana, este cliché ha dado sus buenos resultados en sagas como la de “Crepúsculo”, o la odiosa “50 sombras de Grey”. Hasta los mismos americanos ya están hartos de esta fórmula y si estás escribiendo tu novela usándola lo más probable es que seas objeto de burlas cuando finalmente la termines.

6-. Niña ordinaria, con vida ordinaria, llega a un pueblo ordinario y, oh sorpresa, le pasa algo extraordinario.

Otra fórmula americana explotada hasta el hartazgo pero que sigue seduciendo a autores noveles.

7-. El objeto mágico.

Un personaje encuentra un objeto que le dará extraños poderes o que le llevará a una gran aventura… Sobre-explotado a más no poder, éste cliché sigue golpeando duro.

8-. Escenas de sexo genéricas.

Parece que muchos escritores se complacen narrando en palabras lo que vieron en algún vídeo de redtube. Eso no es literatura. Las tetas gigantes, los traseros ciclópeos y los nabos de dimensiones atlánticas han aparecido en innumerables páginas, cosa triste porque el lenguaje puede describir el sexo de millones de maneras inexploradas.

9-. Relato arquitectónico.

¿Soy yo el único que se cansa de leer las interminables descripciones de un edificio? La forma de sus pasillos, el arco de sus ventanas, los detalles de la fachada, la colocación de los cuartos… ¡Es tan tedioso! Muchas veces sucede en edificios que carecen de relevancia para la trama y cuya descripción solo sirve para joder al lector que no aguanta las ganas de saltarse párrafos hasta llegar al diálogo.

10-. Relato retratista.

La forma de su rostro era ovalada pero ligeramente achatada en los extremos, descendiendo en una línea suave que se afilaba en una barbilla fina… ¡Un momento! ¿Realmente vas a describir cada detalle del condenado rostro de tu personaje? ¡Qué bien! ¿Por qué no después quemas toda la maldita novela?

No hay párrafos que me parezcan más absurdos que las descripciones pormenorizadas de los rostros de los personajes. Quizás para alguien que es capaz de hacer retratos hablados este pantano literario le sirva de algo pero para todos los demás es innecesario. Haz la prueba con tus amigos y tratas de describirles a la cantante Taylor Swift. Luego deja que ellos te digan a quién imaginaron y no te sorprendas que te digan nombres como Scarlett Johansson o Cristina Aguilera.

Entiéndelo: no importa cuánto lo intentes, el lector no imaginará lo mismo que tú imaginas.

11-. Había tanta tensión que podía palparse.

Una frase odiosa y recurrente en multitud de escritores que no deja de ser un absurdo cliché.

12-. La calma antes de la tormenta.

Hablando de frases recurrentes me viene a la mente ésta que, siendo tan bella, se ha abaratado.

13-. Labios de miel o besos de miel.

Frase gastada.

14-. Ojos de estrellas, ojos de perlas, ojos de brillo mágico.

Tan viejo que creo que ya era viejo en la literatura decimonónica.

15-. No deberías leer esta historia.

La eterna advertencia en que un escritor le pide a un lector que no lo lea, por un motivo o por otro, es tan vieja y cliché que ya da vergüenza. Antes era un recurso novedoso pero la saga “Una serie de eventos desafortunados de Lemony Snickett” terminó abusando del recurso hasta los límites de lo aburrido. Hoy ya no causa ningún efecto en el lector.

16-. El eterno pícaro de folleto.

Siempre hay un personaje que tiene una carga humorística, ya sea por sus acciones disparatas o por su forma de hablar. Le pasan mil pericias que deben distraer al lector del melodrama principal. Se ha usado tanto que ya no entraña novedad. Lo peor es cuando el personaje habla como el pueblo en el que está ambientada la historia ¿Por qué? Bueno porque hay algo yo no entiendo. ¿Si todos en la novela son mexicanos por qué sólo un tipo dice “chido” o “chiga tu madre”, y si todos son cubanos por qué sólo hay un tipo que dice “oye chico” (y encima es negro)? Creo que esto surge de autores que no han pensado bien a sus creaciones.

17-. El final sin final.

El libro llega a su fin pero se nos da a entender que el personaje seguirá viviendo aventuras pero que ya estarán vedadas para mí como lector. Usado por Lewis en el final de las “Crónicas de Narnia” ha sido tan repetido que ya es un poco soso.

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