Lillith es el nombre que se le da a una poderosa criatura de la mitología judía.
Su origen parece ser mesopotámico y deriva de un demonio principal, denominado "Lilu". Su nombre viene de la palabra lil que significa “viento, aire, espíritu”, por lo que Lillith era tenida como un demonio de las tempestades y los vientos huracanados.
Los
israelitas, exiliados de Babilonia, conocerían muy bien a dicho demonio, confundiendo
su nombre, Lillith, con el de una palabra hebrea que sonaba muy parecida,
lái-lah, que significa “noche”. Es
por estas razones que Lillith es retratada, por diversas leyendas, como señora
de los vientos, pero también como una encarnación de la noche y su misterio
terrible.
Por
lo demás, bien podemos asegurar que estamos, si no ante el primero, al menos
ante uno de los demonios femeninos más antiguos y poderosos que conoce la
mitología humana.
Como
si ello fuera poca cosa, Lillith también se las arregla para aparecer en la
Biblia. En Isaías 34: 14 el profeta escribe, según la versión Biblia de
Jerusalén:
“Los
gatos salvajes se juntarán con hienas y un sátiro llamará al otro; también allí
reposará Lillith y en él encontrará descanso”.
No
obstante, otras versiones del pasaje traducen Lillith como “lechuza” o “ave
nocturna”.
En
vista que el término aparece una sola vez en toda la Biblia, nadie está seguro
de que si el viejo profeta se refería a la demoniaca Lillith o a una simple ave
rapaz nocturna.
LILLITH: LA PRIMERA ESPOSA DE ADÁN
Si
todo esto te parece extraño, espera a conocer el papel que nuestra heroína
representó en el primer drama amoroso que conociera el Jardín del Edén.
Según
el Génesis Rabba, (un libro del siglo V, recopilado en Palestina) Eva no
existía en el sexto día de la creación. Cuando Génesis 1: 27 habla de que Dios
creó al hombre y a la mujer del barro no estaba hablando de que esa mujer fuera
Eva (quien luego se dice que fue creada de una costilla, y no del barro, lo que
le da fuerza a esta teoría). Todo parece indicar que esta dama, creada de
barro, al mismo tiempo que Adán, era, sin duda alguna, nuestra Lillith.
Pero,
¿qué pasó con Lillith? Bueno, las leyendas acerca de ella son confusas.
Según
libros antiguos, escritos por israelitas, tales como el "Yalqut Reubeni", Lillith
no estaba convencida de su posición como hembra sumisa a Adán… ¡Sobre todo, en
lo referente al sexo!
La
leyenda dice que Lillith era rebelde y que en el instante de tener relaciones
sexuales ella se negaba a ser poseída, estando Adán sobre ella. No quería estar
debajo de su marido ya que consideraba que, al ser creada igual a él, no debía
aceptar tal humillación.
Adán
no fue flexible y trató de obligar a Lillith a yacer debajo de él, pero la mujer desobedeció, le dio un empujón a su marido, pronunció el nombre mágico de Dios y voló por los
aires, convertida en una ráfaga de viento (poderes que surgen de su mismo
nombre, como ya vimos).
Usando
sus atmosféricos poderes, Lillith llegó a orillas del Mar Rojo, en donde se
entregó a la lujuria de multitud de demonios, especialmente del príncipe
infernal, Samael, de quien fue amante.
En
su misericordia, Dios le dio a la rebelde la oportunidad de arrepentirse y
alejarse de tales compañías del Averno, pero Lillith parecía preferir las
caricias de Samael, a las obligaciones como esposa de Adán, así que se negó a
acompañar a los tres ángeles que Jehová mandó por ella (la leyenda incluso
suministra los nombres de los ángeles enviados, quienes se llamaban Snvi,
Snsvi, Smnglof).
Al
ver, Dios, que Lillith engendraba hijos de los demonios (unas criaturas
grotescas, muy parecidas a los vampiros, llamados “lilim”) decidió maldecirla y
crear de la costilla de Adán una esposa más apropiada: Eva.
Claro,
Lillith no se quedó sin castigo. Cada noche, Lillith deberá parir toda clase de
engendros nauseabundos y criaturas horrorosas, que serán exterminadas al
amanecer por los ángeles vengadores de Dios.
¿Crees
acaso que Lillith se quedaría con los brazos cruzados ante eso? Otro ser
legendario quizás, pero jamás una rebelde tan encarnizada como Lillith.
Al
ver que sus hijos eran exterminados por los ángeles del Cielo, recurrió a una
venganza espeluznante contra los hijos de su rival, Eva: el infanticidio.
Desde entonces, ella recorría los hogares buscando bebés de menos de ocho días para asesinarlos.
Desde entonces, ella recorría los hogares buscando bebés de menos de ocho días para asesinarlos.
De
ahí, claro está, brotó la costumbre de los israelitas de adornar los cuellos de
sus bebés con collares con los nombres de los tres ángeles rivales de Lillith,
es decir: Snvi, Snsvi, Smnglof, esto con la esperanza de que la demoniaca
criatura se aparte de sus pequeños.
LILLITH: LA REBELDE
Es
interesante el mito de Lillith, ya que parece ser la primera rebelde que
desafía todas las normas sociales que se
le cruzan en el camino.
Es
una hembra consciente de su dignidad que no planea sujetarse a su marido y que
no permite ser tratada por éste como un ser inferior. Se rebela contra el sexo
por obligación, contra el amor subyugado y sumiso. Se rebela contra la idea de
que no se puede entregar a los demonios, y finalmente se rebela contra Dios
mismo. No sólo sufre el castigo de Dios, sino que responde a la desigual lucha
con una venganza inesperada y terrible. No se rinde, no retrocede, no se
arrepiente.
Si
no supiéramos que es un ser maligno, incluso, bien podríamos llegar a
admirarla: ¡Lillith la indomable, Lillith la inquebrantable, Lillith la señora
de la noche y la tormenta!
Será
un demonio tan tenaz que seguirá provocando espanto incluso en la edad
medieval, cuando se mueva en la oscuridad del mito, insensible a las cruces que
se le interpongan en el camino.
No
es difícil darse cuenta de que Lillith es todo lo contrario de Eva, quien
acepta su rol y acompaña a su marido en el bienestar y la desgracia. Si Eva
comete un pecado ha sido por error o engaño, nunca porque desee hacerlo.
Lillith, por su lado, si peca lo ha hecho de forma consciente, ella ha tomado
la decisión de pecar y desobedecer, aunque esto le traiga toda una avalancha de
desdichas.
Es
por eso que el mito de Lillith sigue siendo un arquetipo tan poderoso: Es una
imagen del Ánima que nos recuerda la naturaleza reaccionaria y anárquica de las
mujeres. Será el símbolo del miedo del hombre de encontrar a una mujer que no
logre someter ni sojuzgar: ¡El miedo eterno hacia la mujer libre!
QUIZÁS TAMBIÉN TE INTERESE LEER:
ADQUIERE EL LIBRO "LA PIEL DE LA LLUVIA" DE ROBERTO BERRÍOS DANDO CLICK AQUÍ
La ficción hechiza.
ResponderEliminar